«LA NECESIDAD DE POSPONER… NUESTRO CASAMIENTO»
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:
«Tengo una relación bonita desde hace ocho años. Hace mucho tiempo tenemos planes de casarnos. Mi novia es la persona ideal para compartir mi vida y caminar juntos hacia el futuro.
»Pero no sé si es [por] el destino o las circunstancias… que nos hemos visto en la necesidad de posponer en innumerables ocasiones nuestro casamiento, ya sea por problemas económicos, lugar para vivir o problemas familiares…. Todo esto nos ha llevado a frustrarnos y a comenzar a llevarnos mal y alejarnos el uno del otro hasta llegar al punto de no vernos ni llamarnos.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»Ocho años es mucho tiempo para un noviazgo y, como usted ha visto, no es saludable para una relación. No es extraño que una pareja posponga la boda una vez, pero si la aplaza varias veces, eso debiera ser un aviso de advertencia. A esas alturas las razones no son más que excusas, y uno de los dos o ambos tienen serias dudas acerca del matrimonio.
»Nadie debe casarse a no ser que le cueste trabajo vivir un solo día sin la persona amada. Usted dice que ya no se están viendo ni llamando, así que es evidente que están viviendo muchos días el uno sin el otro….
»Usted menciona que su novia es la mujer ideal con la cual casarse, pero no dice ni una sola vez que la ama…. El hecho de que usted pueda tan fácilmente escribir acerca de ella y de la relación entre los dos sin mencionar el amor que sienten es otro aviso de advertencia.
»Si usted de veras la amara, ¿acaso no resolvería casarse de una vez con ella? La mayoría de las parejas no disfrutan de circunstancias ideales, de lugares perfectos para vivir ni de dinero de sobra cuando se casan, pero no por eso dejan de casarse. Quieren estar juntos mañana y noche, todos los días del año. La manera en que usted describe su problema no revela tal espíritu de entrega.
»¿Tienen usted y su novia la misma perspectiva en cuanto al matrimonio? ¿Conciben ustedes el matrimonio como lo concibe Dios? El apóstol Pablo escribió que cuando dos personas se casan, “los dos llegan a ser un solo cuerpo”.1 Esa unidad que representan los dos juntos tiene las mismas metas y las mismas prioridades. Quieren estar juntos la mayor parte del tiempo, porque no están completos el uno sin el otro. Claro que habrá conflictos y tendrán que llegar a un acuerdo con frecuencia, pero su amor contribuye a que resuelvan sus problemas para el bien común. Se han comprometido a vivir juntos hasta que muera uno de los dos, y no se arrepienten de haber tomado esa decisión.
»No creemos que usted de veras ame a su novia, y usted en definitiva no está convencido de que quiera casarse con ella. Haga lo debido y déjela en libertad. Ella necesita encontrar a un hombre que la aprecie y la ame con todo el corazón.
Cuando existe un amor
Genuino y verdadero
Todo ostaculo se vence